La ética es un aspecto fundamental en cualquier campo de la vida, el coaching no es la excepción. El coaching tiene como objetivo acompañar a las personas a alcanzar sus metas, y para hacerlo de manera efectiva y responsable, requerimos de un marco de referencia que nos clarifique lo que “eticamente” es viable en las conversaciones y procesos de coaching.

Un coach ético debe tener un enfoque centrado en el cliente, lo que significa que se debe enfocar en las necesidades, objetivos y valores del cliente, y no en sus propias opiniones o agendas, debe respetar la privacidad y confidencialidad de sus clientes, no hacer promesas falsas o exageradas, y evitar cualquier tipo de conflicto de interés.